Han pasado casi 60 años desde que Cien años de soledad fue publicada en 1967 por la editorial Sudamericana en Argentina. Esta obra, considerada un hito del realismo mágico, catapultó a Gabriel García Márquez al olimpo literario. Aquí te contamos cinco curiosidades sobre esta novela que marcó un antes y un después en la literatura mundial.
1. De 3,000 a 30 millones de ejemplares
La primera edición de Cien años de soledad estaba pensada para 3,000 copias. Sin embargo, debido a la presión y entusiasmo de los primeros lectores, la cifra inicial se duplicó a 8,000. En su primer año vendió más de 25,000 ejemplares y, hasta la fecha, supera los 30 millones de copias en más de 40 idiomas.
2. El “Quijote latinoamericano”
Carlos Fuentes, amigo y colega de García Márquez, se refirió a la novela como “El Quijote latinoamericano”. En una carta a Julio Cortázar, Fuentes destacó que esta obra era “un Quijote atrapado entre montañas y selvas, que crea un mundo propio desde las ruinas”. Su análisis subraya el impacto universal de la narrativa macondiana.
Si usted va a ver Cien Años de Soledad, o va a volver a leerlo. pic.twitter.com/jOJo5CezBI
— Evelina Mings (@EvelinaMings) December 11, 2024
3. Un proyecto de vida
García Márquez ideó la historia de Cien años de soledad en su juventud, pero no se sintió preparado para escribirla hasta décadas después. Entre tanto, publicó La hojarasca (1955), El coronel no tiene quien le escriba (1961) y La mala hora (1962). Finalmente, tras 18 meses de escritura ininterrumpida en México, logró concluirla.
4. Homenajes literarios en sus páginas
La novela incluye referencias a personajes de obras de amigos escritores. Por ejemplo, Víctor Hughes de El siglo de las luces (Carpentier) y Lorenzo Gavilán de La muerte de Artemio Cruz (Fuentes). Estos cameos literarios reflejan la amistad y admiración mutua entre los grandes del Boom latinoamericano.
5. La salvación de García Márquez
El éxito de Cien años de soledad no solo consolidó su carrera, sino que también le brindó estabilidad económica. El autor llegó a empeñar su coche para cubrir los gastos de publicación. Tras el éxito, comentó: “Gracias a sus ventas, tengo por delante años de paz para escribir”.