BOGOTÁ (COLOMBIA). Martes 18 de febrero de 2025 El bloqueo en la vía Bogotá-Girardot, a la altura del kilómetro 42 en el sector de Boquerón, ya completa 17 horas. Cientos de personas, entre ellas familias con niños, están atrapadas en sus vehículos sin acceso a agua ni alimentos. La situación ha generado un colapso en la movilidad, dejando sin alternativas a los viajeros que transitan por esta importante ruta.
Caos vial en la vía Bogotá-Girardot
La protesta es liderada por firmantes del acuerdo de paz de 2016, quienes exigen soluciones definitivas en la adjudicación de tierras y el cumplimiento de los compromisos pactados. La Policía de Tránsito ha instalado controles en el peaje de Chusacá, lo que ha intensificado la congestión y aumentado la preocupación de los afectados.
Exigen soluciones al bloqueo en la vía Bogotá-Girardot
Los manifestantes han solicitado la presencia de representantes del Gobierno Nacional para iniciar un diálogo que permita desbloquear la carretera. Mientras tanto, la Concesión Vial Sumapaz ha recomendado a los conductores planear sus viajes con antelación y buscar rutas alternas.
El bloqueo, que ya supera una semana, refleja las tensiones persistentes en la implementación de los acuerdos de paz y la falta de respuestas concretas para las comunidades afectadas. Las autoridades locales y nacionales aún no han emitido un comunicado oficial sobre las acciones que tomarán para resolver la situación.
#Novedades | Se presentan pasos intermitentes en ambos sentidos de la vía en el km 42, sector Boquerón, por presencia de manifestantes.
Unidades de la Concesión y Policía mediando con la comunidad para mantener la fluidez de los recorridos de nuestros usuarios. pic.twitter.com/GfKPeu9pbH
— VÍA SUMAPAZ (@ViaSumapaz) February 17, 2025
La crisis en la vía Bogotá-Girardot evidencia la urgencia de establecer canales de diálogo efectivos para evitar que las protestas perjudiquen a la población civil. Mientras no se llegue a una solución, cientos de personas seguirán atrapadas sin posibilidad de continuar su camino.
La incertidumbre y el desgaste físico comienzan a pasar factura a los afectados. Algunos han tenido que pasar la noche en sus vehículos sin las condiciones mínimas de seguridad y comodidad. Las familias con niños pequeños enfrentan una situación aún más crítica debido a la falta de agua y alimentos, lo que agrava el impacto del bloqueo.
Por su parte, los gremios de transportadores y comerciantes han manifestado su preocupación por las pérdidas económicas que deja el cierre prolongado de esta importante vía. Además, han solicitado a las autoridades una solución urgente que garantice el derecho a la movilidad y evite mayores afectaciones a la economía local y nacional.
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