Por primera vez en la historia un asesino en serie y su imitador se sientan frente a frente: El monstruo de los cañaduzales y La Bestia son reunidos por el equipo de Testigo Directo en la cárcel de La Tramacúa, en Valledupar.
En una impactante confesión al periodista Kevin Pinzón, Manuel Octavio Bermúdez revela su siniestro deseo de superar el récord de asesinatos de Luis Alfredo Garavito, quien –desde la Cárcel– ayudó a los investigadores, por medio de un perfil psicológico y de comportamiento del criminal, a capturar a Bermúdez; quien fue condenado por 23 homicidios, que originalmente la Fiscalía le atribuyó a Garavito.