El oso pardo es uno de los mamíferos más icónicos de Europa y la península ibérica. Con su imponente tamaño y adaptaciones únicas, ha despertado la curiosidad de biólogos y amantes de la naturaleza. Además, es el único gran mamífero que hiberna, lo que añade un elemento distintivo a su biología. A continuación, exploramos algunas de sus características más sorprendentes.
1. El único gran mamífero que hiberna
El oso pardo es el único mamífero terrestre de gran tamaño que hiberna. Durante este período, su ritmo cardíaco y respiratorio disminuyen, y se alimenta exclusivamente de las reservas acumuladas en otoño. Sin embargo, la hibernación no es obligatoria: depende de factores como la disponibilidad de alimentos o las condiciones climáticas. Estudios indican que el calentamiento global podría afectar este comportamiento, reduciendo la duración de su hibernación o incluso eliminándola en algunos casos.
Un joven oso grizzly en el Parque Nacional de Denali se da un festín de arándanos para engordar de cara a la larga hibernación invernal. Se denomina científicamente como Ursus arctos horribilis y es una de varias subespecies de oso pardo.
📸 Aaron Huey pic.twitter.com/IzydgrlrFd
— National Geographic (@NatGeoEspana) December 17, 2024
2. Una dieta omnívora y estacional
Aunque clasificado como carnívoro, el oso pardo es principalmente omnívoro. Su dieta incluye frutas, tubérculos, miel, pequeños animales y carroña. Según la estación del año, adapta sus hábitos alimenticios: en invierno consume más carroña, mientras que en primavera caza animales pequeños. En otoño, recolecta frutos para acumular reservas antes de hibernar.
3. Conservación y crecimiento poblacional en la península ibérica
En la península ibérica, los osos pardos habitan la Cordillera Cantábrica y los Pirineos. Aunque estuvieron al borde de la extinción en el siglo XX, los esfuerzos de reintroducción han aumentado su población. En los Pirineos, por ejemplo, actualmente hay cerca de 70 ejemplares, la mayoría descendientes de osos eslovenos introducidos en la región. Estos programas han logrado reducir el aislamiento genético de las subpoblaciones locales.
4. No todos los osos pardos son de color pardo
A pesar de su nombre, el pelaje del oso pardo puede variar desde marrón oscuro hasta tonos dorados o grisáceos. Las crías suelen tener marcas claras que desaparecen con el tiempo. Además, su pelaje se renueva cada año durante el verano.