BOGOTÁ (COLOMBIA). Lunes 23 de diciembre de 2024. El próximo 10 de enero, Nicolás Maduro asumirá su segundo mandato como presidente de Venezuela, en una ceremonia que genera gran expectación, especialmente en Colombia. A pesar de los cuestionamientos internacionales sobre la legitimidad de las elecciones del 28 de julio, el gobierno del presidente Gustavo Petro ha confirmado que enviará un representante a la toma de posesión de Maduro. El encargado de asistir será el embajador de Colombia en Venezuela, Milton Rengifo.
Cómo se puede calificar esta estupidez @petrogustavo
Asistirá posesión de @NicolasMaduro será por nombre de hijos o ignoranciaGobierno Petro confirma que “está previsto” asistir a la posesión de Nicolás Maduro el 10 de enero en Venezuela | EL ESPECTADOR https://t.co/dimAVU7eTL
— Guillermo de J Bonnett O (@Guillermo12786) December 23, 2024
Controversia sobre la legitimidad de las elecciones venezolanas
El proceso electoral de julio ha sido objeto de fuertes críticas, tanto dentro de Venezuela como a nivel internacional. Muchos gobiernos, incluidos algunos de la región, dudan de la transparencia de los comicios, que resultaron en la reelección de Maduro. Desde Colombia, el presidente Petro ha expresado su preocupación por la falta de transparencia, al señalar que no se han publicado todas las actas de votación. A pesar de esto, el gobierno de Colombia mantiene su decisión de enviar un representante, lo que ha provocado reacciones mixtas dentro del país.
Decisión de Petro en juego
La posición del presidente Petro sigue siendo clave en este escenario. A pesar de las críticas, Petro ha afirmado que la decisión de asistir o no a la ceremonia de posesión se tomará en el momento adecuado. En sus declaraciones, ha enfatizado que el tema del 10 de enero será resuelto en su debido tiempo, dejando claro que es una cuestión que le compete únicamente a él.
La diplomacia en juego
La decisión de enviar un representante a la posesión de Maduro es solo uno de los elementos que reflejan la compleja relación diplomática entre Colombia y Venezuela. Con un contexto político cargado de controversias, este acto servirá como una muestra de las tensiones en las relaciones internacionales en América Latina.