BOGOTÁ (COLOMBIA). Martes 1 de octubre de 2024. La selección de Corea del Norte sorprendió al mundo al coronarse campeona del Mundial Femenino Sub-20, disputado en Colombia. El equipo asiático logró imponerse a Japón en la final, llevándose el título en el estadio Nemesio Camacho El Campín de Bogotá.
Este hito deportivo no solo resonó en Colombia, sino que también generó un gran impacto en su país de origen.
COMO HEROÍNAS
Así han llegado las campeonas del MUNDO a Corea del Norte 🇰🇵🏆 pic.twitter.com/LO5V02HNEP
— Feker 🇰🇵 (@Fekerfanta) September 29, 2024
El Regreso Triunfal a Corea del Norte
Tras la consagración en tierras colombianas, las jugadoras de la selección de Corea del Norte regresaron a su país, donde fueron recibidas con una celebración masiva en la capital, Pionyang.
Miles de personas salieron a las calles para dar la bienvenida a las campeonas del Mundial Femenino Sub-20. Este impresionante recibimiento reflejó el orgullo nacional por el logro obtenido.
Celebración Masiva en las Calles de Pionyang
El equipo fue transportado en un bus descapotado que recorrió las principales calles de la ciudad, mientras los ciudadanos coreanos aplaudían y lanzaban flores en señal de agradecimiento.
La selección de Corea del Norte no solo recibió elogios por su talento en la cancha, sino también por representar con orgullo a su país en una competencia de alto nivel.
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Un Recibimiento Digno de Campeonas Mundiales
El recibimiento en Corea del Norte fue un acontecimiento que llamó la atención a nivel internacional. A pesar de ser un país con restricciones sociales y políticas, la selección femenina sub-20 recibió un homenaje digno de su hazaña.
La imagen de las jugadoras siendo aclamadas y celebradas por miles de personas es una clara muestra de la importancia del deporte en un contexto tan único como el de Corea del Norte.
El Impacto del Título en Corea del Norte
Este campeonato marcó un antes y un después para la selección de Corea del Norte y su afición. El recibimiento a las campeonas no solo destacó por la magnitud de la celebración, sino también por el orgullo y admiración que el pueblo coreano siente hacia sus atletas.
El título del Mundial Femenino Sub-20 fue un motivo de unión nacional, reflejado en la gran cantidad de personas que participaron en el homenaje.
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