BOGOTÁ (COLOMBIA). Jueves 12 de septiembre de 2024. Violencia contra mujeres indígenas, la situación en el departamento del Chocó, especialmente en las comunidades indígenas, ha alcanzado niveles alarmantes de violencia. Recientemente, organizaciones de mujeres y colectivos feministas denunciaron que miembros del Clan del Golfo obligaron a mujeres de la comunidad embera a bailar como acto de intimidación. Este hecho brutal resalta la crisis humanitaria en la región y la urgente necesidad de intervención gubernamental y apoyo internacional.
Un llamado urgente a la acción: violencia contra mujeres indígenas
El 11 de septiembre de 2024, las denunciantes revelaron que cinco jóvenes, de entre 14 y 19 años, fueron secuestradas por el grupo armado en Punto Viejo. Las víctimas, que incluyen a Merina Forastero Isarama y Yamilda Forastero Isarama, enfrentan una situación crítica. La falta de información sobre su paradero y condición actual intensifica el temor por su seguridad.
El aumento de la violencia contra mujeres en Choco
Este incidente refleja un problema mayor. La violencia sistemática en Chocó ha aumentado, con 108 homicidios reportados en 2024, todos atribuidos a bandas delincuenciales organizadas y al Clan del Golfo. El alcalde de Quibdó, Rafael Bolaños Pino, viajó a Bogotá para exigir al Gobierno nacional medidas más eficaces. Las estrategias locales parecen insuficientes para enfrentar la magnitud del problema.
Los emberas han sentido el destierro por no entregar el lugar sagrado, le matan, le roban la tierra, violan sus mujeres.
Siguen protegiéndola a ella, aun cuando no recuerdan su nombre. pic.twitter.com/R21vMZR607
— Aemon Targaryan ✖️ (@Aemon3428) September 11, 2024
Demandas de las organizaciones feministas
Las organizaciones feministas piden acciones inmediatas para frenar la violencia. Exigen que el Gobierno reactive los acuerdos humanitarios, establezca un cese al fuego y convoque mesas de diálogo con los actores armados. También insisten en que los grupos armados respeten el Derecho Internacional Humanitario y los Derechos Humanos, con especial énfasis en la protección de mujeres y niñas. Además, solicitan que Chocó sea declarado prioridad en la política contra la violencia de género.
Un futuro sin violencia
Los jóvenes de Quibdó y las organizaciones de mujeres exigen un cambio inmediato. Reclaman su derecho a vivir en paz y construir un futuro libre de violencia. Este llamado subraya que la paz es un derecho fundamental que debe garantizarse para todos los ciudadanos, especialmente para aquellos que han sufrido las peores consecuencias del conflicto.
El enfoque en la protección de los derechos humanos y la seguridad de las mujeres en Chocó resulta esencial para lograr una solución duradera. La paz no es solo un acuerdo entre actores armados, sino un compromiso con la dignidad y el bienestar de todas las personas afectadas por la violencia.