BOGOTÁ (COLOMBIA). Lunes 16 de diciembre de 2024. Los recientes incidentes violentos protagonizados por las barras bravas del América de Cali en el fútbol colombiano han reabierto el debate sobre la falta de control y gestión en los estadios.
Sin embargo, las críticas ya no se dirigen únicamente a los barristas, sino a las autoridades responsables de garantizar la seguridad y el orden en los espectáculos deportivos. Esta problemática refleja una crisis estructural en la gestión del fútbol profesional en Colombia.
El problema no son las barras bravas de América de Cali, sino las autoridades
El periodista Jaime Dinas, reconocido por su cobertura deportiva internacional, ha señalado que la raíz del problema radica en las autoridades municipales y deportivas. Según Dinas, “la dirigencia colombiana y las comisiones de seguridad permiten que estos actos se repitan por su falta de carácter y control”. Destacó que, lejos de tomar medidas contundentes, las autoridades facilitan el ingreso de elementos peligrosos a los estadios y son permisivas con las barras organizadas.
🚨”El verdadero culpable del caos en el Pascual Guerrero es el alcalde de Cali, NO las barras”: Jaime Dinas 🚨 “El fútbol colombiano es un ‘MI3RD3RO’ por culpa de dirigentes alcahuetas que pactan con las barras y permiten su desorden”
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— LA RED VIRAL (@LAREDVIRAL_) December 16, 2024
Sanciones insuficientes y falta de tecnología
En comparación con el fútbol europeo, donde se han implementado sistemas de control biométrico y cámaras de vigilancia, Colombia carece de mecanismos efectivos para identificar y sancionar a los responsables de los desmanes. “En países como Turquía, los hinchas problemáticos son identificados y sancionados de manera ejemplar. En Colombia, las sanciones suelen ser simbólicas y los problemas persisten”, explicó Dinas.
La solución: voluntad política y tecnológica
Dinas enfatizó que la solución no está en suspender tribunas o imponer multas simbólicas, sino en aplicar tecnología avanzada y políticas efectivas. Además, denunció que algunos dirigentes tienen acuerdos con barras para entregarles entradas, lo que perpetúa el problema. “Sin voluntad de las autoridades, este ciclo no cambiará”, afirmó.
Un llamado a la responsabilidad
El periodista concluyó que los incidentes recientes son una muestra de la falta de gestión y control por parte de las autoridades. “Es hora de que los dirigentes y políticos asuman su responsabilidad para garantizar un fútbol en paz”, agregó, destacando que el problema trasciende el deporte y afecta la convivencia ciudadana.