BOGOTÁ (COLOMBIA). Miércoles 27 de noviembre de 2024 El asesinato de Juan Felipe Rincón Morales, hijo del inspector de la Policía, ha generado indignación en Bogotá. El crimen ocurrió el 24 de noviembre en el barrio Quiroga, y durante la audiencia de imputación contra Andrés Camilo Sotelo Torres, acusado de ser el autor del asesinato, se revelaron detalles que siguen conmocionando a la opinión pública.
Un crimen marcado por la intolerancia
Según la fiscalía, Sotelo Torres disparó en varias ocasiones contra la víctima, tras un enfrentamiento por una situación de intolerancia. A pesar de los intentos de su escolta por protegerlo, Juan Felipe no sobrevivió. Este hecho, de por sí trágico, cobra una nueva dimensión con las declaraciones de la defensa de Sotelo, quien asegura que no fue el acusado quien disparó, sino el escolta, Sergio Felipe Rico, quien, bajo el efecto de drogas, disparó con un arma traumática.
Un llamado urgente a la protección de nuestros menores
Lo que hace aún más grave este caso es la revelación sobre el comportamiento de Juan Felipe Rincón la noche anterior al crimen. Según la defensa, la víctima intentó abusar de una menor de 15 años, aunque no consumó el acto. Este tipo de situaciones nos recuerda la necesidad urgente de proteger a nuestros menores de edad y educar sobre los peligros a los que están expuestos, tanto en su entorno cercano como en la sociedad.
Este caso debe ser una llamada de atención para todos. La protección de nuestros niños y jóvenes debe ser una prioridad. Cada uno de nosotros tiene un papel fundamental en la construcción de una sociedad que respete la vida y la dignidad de los menores. No podemos permitir que situaciones como esta se repitan. Es momento de actuar y tomar medidas más firmes para evitar que más jóvenes caigan en la violencia o el abuso.
El asesinato de Juan Felipe Rincón ha dejado al descubierto graves situaciones previas al crimen, haciendo urgente el llamado a proteger a nuestros menores de edad y prevenir el abuso y la violencia.