BOGOTÁ (COLOMBIA). Martes 25 de junio de 2024. Julian Assange, el fundador de WikiLeaks que desató un torbellino global al publicar documentos clasificados que revelaron operaciones encubiertas y otros secretos de estado, fue liberado.
La decisión pone fin a una saga legal que capturó la atención mundial y desató un acalorado debate sobre la libertad de prensa y la seguridad nacional.
Assange, de 51 años, salió libre después de que las autoridades judiciales en Reino Unido decidieran no proseguir con su extradición a Estados Unidos, donde enfrentaba cargos bajo la Ley de Espionaje por la publicación de miles de documentos gubernamentales en 2010.
La noticia fue recibida con júbilo por sus partidarios y con consternación por aquellos que lo consideran una amenaza para la seguridad.
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Cómo ha sido este caso
El caso de Assange ha sido un complejo entramado legal y diplomático desde que se refugió en la Embajada de Ecuador en Londres en 2012, evitando una extradición a Suecia por acusaciones de delitos sexuales que él niega.
Recordemos que Ecuador le otorgó asilo, argumentando riesgos a sus derechos humanos si era extraditado.
La decisión de hoy se basó en consideraciones humanitarias y preocupaciones por la salud mental y física de Assange, que, según sus abogados, se ha deteriorado significativamente debido a los años de confinamiento.
«Este día marca un momento crucial para la libertad de expresión», comentó Stella Moris, abogada y pareja de Assange. «Pero la batalla no ha terminado. Debemos seguir vigilantes contra aquellos que buscan silenciar a los medios y a los informantes».
En Washington, la reacción fue medida. El Departamento de Justicia expresó su «decepción» por la decisión, reafirmando su posición de que Assange había puesto en peligro innumerables vidas con sus publicaciones.
Los detractores de Assange argumentan que sus acciones sobrepasaron los límites del periodismo responsable y cayeron en el ámbito del espionaje y la amenaza a la seguridad nacional.
Sus defensores, por otro lado, lo consideran un héroe que luchó por la transparencia y contra la corrupción a nivel mundial.
El futuro de Assange sigue siendo incierto, con potenciales nuevos desafíos legales y una vida personal que ha estado en pausa. Sin embargo, por ahora, él y sus seguidores celebran lo que consideran una significativa victoria legal y moral.
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