BOGOTÁ (COLOMBIA). Martes 21 de enero de 2025 La crisis en Catatumbo, una región fronteriza entre Colombia y Venezuela, se ha intensificado en las últimas semanas. Al menos 80 personas han muerto y más de 11.000 han sido desplazadas debido a los enfrentamientos entre grupos armados. La situación genera preocupación sobre la viabilidad de la “paz total”, una prioridad para el gobierno de Gustavo Petro.
El presidente colombiano visitó la región y anunció el envío de ayuda humanitaria y refuerzos militares. Mientras tanto, miles de familias han buscado refugio en Cúcuta, ciudad que en años recientes ha acogido a migrantes venezolanos. Paradójicamente, algunos colombianos han optado por huir a Venezuela, donde el gobierno de Nicolás Maduro ha prometido asistencia.
Las organizaciones de derechos humanos han alertado sobre la grave situación humanitaria en la región. Denuncian que los desplazados enfrentan escasez de alimentos, falta de acceso a servicios de salud y condiciones precarias en los refugios improvisados. La crisis ha puesto a prueba la capacidad de respuesta del Estado y de las entidades humanitarias.
Asimismo, la violencia ha afectado gravemente la economía local. Agricultores y comerciantes han tenido que abandonar sus tierras y negocios, lo que agrava la situación en una región que ya padecía altos índices de pobreza. Las autoridades trabajan en estrategias para mitigar el impacto y ofrecer soluciones a largo plazo.
La guerra por el control territorial y el narcotráfico
Catatumbo es una zona estratégica debido a sus extensos cultivos de coca, base de la producción de cocaína. Dos grupos armados luchan por el dominio del territorio: el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el Frente 33, compuesto por excombatientes de las FARC.
El conflicto en Catatumbo refleja una tendencia preocupante en Colombia. Aunque el acuerdo de paz de 2016 con las FARC redujo la violencia, la fragmentación de grupos armados ha generado nuevos enfrentamientos. El gobierno busca soluciones, pero el control de las rutas del narcotráfico sigue siendo una fuente de disputa.
La comunidad internacional observa con atención la crisis en Catatumbo, mientras los desplazados esperan respuestas que les permitan regresar a sus hogares con seguridad.
La @PGN_COL alerta 🚨 por el incremento en las cifras de desplazamiento forzado que han llegado al municipio de Ocaña (Norte de Santander), entre las cuales hay menores de edad.
2/2 pic.twitter.com/D65B62kHfJ— Procuraduría General de la Nación (@PGN_COL) January 21, 2025
La guerra por el control territorial y el narcotráfico
Catatumbo es una zona estratégica debido a sus extensos cultivos de coca, base de la producción de cocaína. Dos grupos armados luchan por el dominio del territorio: el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el Frente 33, compuesto por excombatientes de las FARC.
El conflicto en Catatumbo refleja una tendencia preocupante en Colombia. Aunque el acuerdo de paz de 2016 con las FARC redujo la violencia, la fragmentación de grupos armados ha generado nuevos enfrentamientos. El gobierno busca soluciones, pero el control de las rutas del narcotráfico sigue siendo una fuente de disputa.
La comunidad internacional observa con atención la crisis en Catatumbo, mientras los desplazados esperan respuestas que les permitan regresar a sus hogares con seguridad.
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