BOGOTÁ (COLOMBIA). Viernes 20 de diciembre de 2024. Miguel Rodríguez Orejuela, exlíder del Cartel de Cali, ha enviado una carta desde una cárcel federal de Estados Unidos al presidente Gustavo Petro, proponiendo su rol como gestor de paz en el proceso de reconciliación del país. Esta propuesta se basa en su deseo de contar “toda su verdad” y colaborar con la paz, tal como lo han hecho otros capos del narcotráfico en el pasado.
De hecho Miguel Rodríguez Orejuela no está pidiendo nada a cambio de dar su versión. Pero qué curioso, ya apareció la primera asustada con esta noticia, ojalá llegue y cuente absolutamente todo.
Ud es de Cali, ¿verdad, Senadora? https://t.co/yIcM6sdS6Y
— Daniel Monroy (@DanielMonroyH) December 20, 2024
Detalles de la misiva y su solicitud
En su misiva, Rodríguez Orejuela ofrece detalles sobre las actividades desconocidas del Cartel de Cali, sus alianzas criminales y las estrategias utilizadas en la guerra contra Pablo Escobar. Además, menciona que no busca beneficios personales, sino que simplemente desea que cese la persecución a su familia, que según él, ha perdurado por más de 40 años.
El pasado de Rodríguez Orejuela y su situación actual
El exlíder del cartel, ahora con 81 años, fue capturado en 1995 y extraditado a Estados Unidos en 2005, donde ha cumplido una condena de 30 años por tráfico de drogas. Tras llegar a un acuerdo con las autoridades estadounidenses, Rodríguez Orejuela y su hermano Gilberto acordaron la entrega de propiedades y dinero para la reparación de las víctimas del narcotráfico. A pesar de su largo encarcelamiento, el exjefe del Cartel de Cali ha solicitado su libertad, argumentando problemas de salud, y ha destacado su buena conducta en prisión.
El futuro de los procesos de paz en Colombia
La petición de Rodríguez Orejuela plantea interrogantes sobre el futuro de los procesos de paz en Colombia y el papel que figuras como él pueden jugar en la construcción de una paz duradera. El presidente Petro deberá decidir si acepta o no este ofrecimiento y si considera viable que un exnarcotraficante participe en un proceso de pacificación del país.